El Nuevo Testamento es la segunda parte de la Biblia. Está formado por un conjunto de libros muy importantes para los cristianos, porque nos hablan de la Nueva Alianza de Dios con toda la humanidad, de todos los tiempos. La estableció Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, con su pasión y muerte en la cruz, en el monte Calvario.
El nuevo pueblo de Dios es la Iglesia, en la que caben todas las personas. Su ley ya no está grabada en piedra, como en la Alianza del Antiguo Testamento, sino en corazones de carne, por el Espíritu Santo, el Amor de Dios.
"Nuestro Señor ha venido a traer la paz, la buena nueva, la vida, a todos los hombres. No sólo a los ricos, ni sólo a los pobres. No sólo a los sabios, ni sólo a los ingenuos. A todos. A los hermanos, que hermanos somos, pues somos hijos de un mismo Padre Dios. No hay, pues, más que una raza: la raza de los hijos de Dios. No hay más que un color: el color de los hijos de Dios. Y no hay más que una lengua: ésa que habla al corazón y a la cabeza, sin ruido de palabras, pero dándonos a conocer a Dios y haciendo que nos amemos los unos a los otros."(San Josemaría).
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